La ruta de los masajes eróticos

Placer de la cabeza a los pies. Eso otorga el masaje tántrico o sensitivo y todas las variantes de friegas que prometen la vuelta de la líbido en la pareja. Con aceite untado en las manos, la idea es no dejar un lugar sin frotar ni recoveco que recorrer. Del tántrico, sus seguidores dicen que cura la anorgasmia, la eyaculación precoz y tardía debido a que es un acto sexual litúrgico, donde hombre y mujer no dejan de repartir energía mágica.

Para sus seguidores, a través de estos masajes las personas se conectan con su genitalidad y unen su cuerpo, su mente y su espiritualidad con un fin que no es sólo el orgasmo, sino el placer por entregarse y entregar placer. En su evolución, se ha ramificado a los masajes sensuales, sensitivos y eróticos, ideales para el relajo del cuerpo.

Para un buen masaje tántrico, no sólo se usan las manos sino que se puede usar glúteos, labios y senos. Los videos en la red para enseñar las diversas técnicas de estos masajes se encuentran al por mayor y en muchos de ellos, incluso, aseguran que se puede tener multiorgasmos. En la búsqueda de un masaje erótico, también hay ofertas menos espirituales. Uno de ellos son los gigolós, hombres que a cambio de dinero están dispuesto a entregar los servicios de un masaje tántrico más que completo.

En Chile, quienes se especializan en enseñar a parejas a entregarse a los placeres sensitivos, comentan que si los chacras (siete zonas hipersensibles ubicadas desde la cabeza al sacro) no están alineados, podrían perturbar nuestra energía sexual. Eso sí, todos los entendidos llegan a un punto de acuerdo: el masaje puede llevar a una persona a desdoblarse de placer si se toca con precisión las zonas erógenas y senderos hipersensibles.

"Para hablar de los masajes tántricos se debe hablar de tantra. Esto significa que se debe disfrutar con cada poro y caricia de un masaje. El sexo tántrico involucra desligar el sexo sólo de los genitales y del orgasmo como objetivo; más bien se trata de disfrutar su recorrido, adorarlo, sentir placer dando placer", explica Marcela, de Tantra Masaje.

A pesar de que varios reconocen la existencia del tantra blanco, de la meditación, y el negro, del placer sexual, Marcela prefiere hablar del tantra rojo cuando una pareja busca desplegar su erotismo a través de las técnicas que dejan fuera la penetración. "En esta técnica lo que se busca son los direccionamientos de energía orgásmica para lograr orgasmos múltiples que incluso, pueden sentirse sin una eyaculación. Con las caricias en las zonas eróticas se logra un equilibrio espiritual, más allá del goce", comenta Marcela.

Tantra del gigoló

En el tantra se denomina lingam al falo o el orgasmo sexual masculino. Así lo explica Pietro, quien bien conoce de esta filosofía. Dice que le gusta adorar a las mujeres en todas las formas posibles, sobre toda la sexual. Pietro Ferrari es un gigoló, descendiente de italianos, que se informó sobre el archisondeado ymítico punto G femenino para lanzarse a la caza de clientas. En la web, Pietro tiene un trabajo normal de día y su segundo compromiso es atender mujeres de veinte a cuarenta años. Dice que se perfeccionó en el arte de los masajes eróticos debido a las propuestas más osadas de las mujeres que pagaban por su compañía. "Aparte de ser escuchadas, les empecé a hacer masaje de relajación. El tantra vino después y ahora hago a un nivel elevado. Es mi cuerpo sobre el cuerpo de ella, también me dedico a encontrar su punto G", dice.

Pietro confiesa que esta actividad la realiza con su alter ego, pero también ejerce el oficio porque le gusta el sexo y punto. Él explica que sus masajes y frotes son caricias que hace con su cuerpo, sus manos y otras partes de su cuerpo. Apenas pone la luz tenue y la música sensual, él se transforma en un discípulo y hasta en un verdadero eunuco si la mujer -clienta- no quiere ser penetrada. Para ello es fundamental untarse las manos en aceite y frotar pechos, vientre y entrepierna. "También ocupo mi propia espalda y mis glúteos. La idea es incorporar aromas, texturas y jugar un poco, por ejemplo, vendando los ojos... seguro que ella llegará hasta el orgasmo sin que sea necesario la penetración", afirma el especialista.

Pietro, sin poca modestia, dice que sus virtudes como amante se basan no sólo en sus atributos físicos -dice que tiene un miembro de veinte por siete centímetros-, sino que también a su buena técnica, que incluye una lengua que al momento de un masaje alcanza los 20 centímetros. "Esa lengua a veces reemplaza las manos", comenta Pietro, a quien deberemos esperar que retorne a Chile antes de poner a prueba sus atributos.

Pero en la consulta de Marcela, antes del masaje erótico, es necesario someterse a una evaluación de energía y chacras. "Estás descentrada se ve energía masculina en el plexo solar tienes que desarrollar más tu energía femenina, la que tiene que ver con la intuición. Hay poca energía en los ovarios y en el sacro falta energía sexual femenina", dice el lapidario diagnóstico de la especialista.

Pero en otra consulta, la de la sicóloga Ximena Santa Cruz, hay escepticismo sobre la excesiva oferta de masajes tántricos, aunque reconoce que cualquier tipo de masaje puede volver a conectar a una persona con sus genitales. Para la sicóloga, este principio implica que cualquier técnica de tacto permite darse cuenta que el sexo no sólo se construye con la cabeza, sino también con el cuerpo completo. Por eso no es extraño que sometidos a dolores, estrés, traumas o pérdidas, alguna parte de nuestra anatomía quede relegada.

El llamado de atención de la sicóloga es a prestar atención a la falta de información que existe en Chile sobre el tantra o el tao (antigua filosofía china). "Cualquier masaje que se otorgue una pareja sirve porque te entregas al sexo y quedas más liviano a la hora de conectarte con la memoria de especie que está en nuestro cerebro. Hay que aprender a conectarse con lo que sientes si el cuerpo tiene ganas, y si la tiene, el masaje erótico puede tener la función de decodificarlo", explica.

Alejandra Ibarra, la rubia directora de Una Mujer Completa, centro multiprofesional que entregaorientación sexual a la pareja, comenta que uno de los mayores aportes de su escuela es el masaje sensitivo erótico. "Después de aplicarlo, el hombre y la mujer quedan en alerta, más sensibles a cada roce y estímulo", explica antes de precisar que para ello, se necesita siempre aceite, luz tenue, alguna fragancia terapéutica de jengibre o canela y música ad hoc.

-¿Cómo se aplica una buena técnica?

-Vas de la cabeza a los pies, puedes deslizarte por la espalda hasta el sacro, puedes utilizar no sólo las manos, sino también el busto o los labios para ello la idea es transmitir emociones... puedes seguir por las piernas y los genitales de tu pareja, recorrer su perineo... hasta la explosión.

Un dato a agregar son los precios, que pueden ir desde los 320 mil pesos las ocho clases para la pareja; hasta los 25 mil pesos la sesión. El único requisito es perder los pudores y atreverse. //LND